Una historia africana cuenta que los males del mundo comenzaron cuando dejamos de mirar al cielo, y contemplar las estrellas. En todas las culturas y desde la noche de los tiempos hemos mirado hacia arriba y nos hemos hecho preguntas. Hemos tenido que aprender a mirar el cielo, era como leer un gran mapa.

Con un total desconocimiento científico sobre la naturaleza de los cometas, durante si-glos su llegada veloz y breve, era interpretada a través de mitos y leyendas.

¿Cuántas veces no te has sorprendido mirando por encima de nuestras cabezas, obser-vando estrellas, y dibujando constelaciones en el infinito?. Y todo ello en medio de un gran SILENCIO. Ese silencio, como
otros tantos, no está vacío. Creemos que quizás sea el momento de aprender a escuchar al cielo, y lo que los cometas tienen que contarnos.

Hemos reunido a creadoras y creadores de distintas disciplinas y ámbitos para que nos traduzcan el paso de estos astros fugaces. Y fruto de ello son estas “ Historias Cometa”, publicaciones en formato tarjeta
para compartir, que editamos sólo una vez al año.

No sabemos si estos cometas nos darán las respuestas, pero de lo que si tenemos la certeza es  que al enviar o recibir el mensaje de uno de ellos, entenderás que somos una pequeña pero imprescindible parte de algo inmenso, de un universo.

Hay que estar muy atentos, con los ojos bien abiertos para poder ver el paso de un cometa.